viernes, 10 de febrero de 2012

PURO TEATRO


Cuando en un país, el Presidente, tiene una actuación, mas bien,  ausente, lejana y callada, (Al punto que nos es difícil saber, con exactitud, si sigue en uno de sus viajes al extranjero o ya regreso) corresponde, entonces, que el Primer Ministro maneje con solvencia las diversas situaciones que un país, harto complicado como el nuestro, presenta a diario.

Sin embargo, estamos lejísimos de un escenario como ese. El primer ministro óscar Valdés, es un personaje que no tiene ningún inconveniente en decir un dislate, un disparate, y seguir caminando como si nos hubiera soltado una verdad que, además, pocos se atreven a decir. Él tiene, cree, el valor de llamar a las cosas por su nombre. Claro que, rápidamente, cuando recibe una llamada o un twitter que le dice que sus comentarios han sido desacertados usa una fórmula, demasiado común en nuestro país, pero que a mí me parece de enorme cobardía: “Han sacado de contexto mis declaraciones”.

Quiero referirme a una de varias declaraciones torpes: Hace pocos días, tuvo un nuevo, más grave y muy  ofensivo dislate. Dijo ante miles de televidentes, en un programa de noticias, que durante el periodo de trabajo de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR) hubo “mucha teatralizacion”.

Es decir que, nuestro Primer Ministro, cree que una señora que se presentó ante los comisionados y contó de manera desgarradora, entre lágrimas y con un castellano pobre, porque es quechuahablante, cómo mataron a su hijo: teatralizó. Hizo teatro. Fue un show. Un montaje. Tal vez, inclusive, alguien la preparó antes y ensayó varias veces para darle el dramatismo que cualquier teatralización requiere. Y así, una y otra explicación: quienes contaron violaciones, quienes pidieron, solamente, que le devuelvan el cuerpo de su hijo para enterrarlo, quien cuenta cómo mataron a hachazos a toda su familia delante de él o ella, quien contó de los “juicios populares” y los posteriores “ajusticiamientos”  (tan salvajes, tan bárbaros) que hacía Sendero, todos esos testimonios, no tienen ningún sustento, no tienen una base real. Fue puro teatro.

¡Qué vergüenza! El Primer Ministro ofendió, con bajeza y torpeza, a miles de humildísimos campesinos alto andinos que fueron a responder las preguntas que la CVR les hizo. Que cree el Sr. Valdés, que todos fueron a la CVR a buscar un beneficio económico, y que, a mayor teatralización, mayor compensación? Cuánto se ha dado, Sr. Primer Ministro, en reparaciones individuales para saber si el show dio resultado?

No tengo duda, que hubo algunos pillos, bribones que sí efectivamente, contaron dramas que no vivieron. Pero, entonces y como para agravar las declaraciones de Valdés, hay que decir que ofendió también a los comisionados y los acusó, sin decirlo, de incapaces. Porque no demostraron capacidad para, a través del interrogatorio, incluso con preguntas cruzadas, descubrir la mentira de los malandrines. Pero, si el ministro sabe o cree que esto pasó que lo señale así. Pero que no meta a todas las víctimas de Sendero en un mismo saco, y no vuelva a mostrarlos como una gavilla de interesados en obtener un rédito económico. Eso ofende. Duele. Daña.

Al día siguiente, el siempre adusto Primer Ministro, como todos, como siempre, dijo que lo habían sacado de contexto. Qué desilusión. Pudo, debió haber pedido perdón. Pero, no. Se refugió en aquella vergonzosa frase.


Isaac Mekler

MEMORIA ( II )


Estas semanas, todos hemos gritado, no. No es posible que se inscriban como partido. Y parece que se va a lograr que no lo hagan. Esta vez. Pero, tenemos que cambiar de estrategia, porque seguir en una fórmula puramente reactiva ante hechos al borde de ser consumados, no será sostenible en el tiempo.

Yo propongo, con humildad,  lo mismo que se hace en el que fue mi colegio, y que además es mandato de mi fe. Enseñar desde el colegio (primaria y secundaria) y en las universidades lo que fue Sendero. ¿Cómo? Creo que fácil. Busquemos cuatro fechas hito de los actos abominables de estos malhechores. Por ejemplo: El primer atentado de SL. Que se realizó el 18 de mayo de 1980, cuando en el primer proceso electoral después de la dictadura, la gente de Abimael quemó ánforas y cédulas de votación. Otra fecha hito podría ser el atentado en la calle Tarata. Otra fecha más para marcar en nuestro calendario, el 3 de abril. Fecha en la que estos dráculas revividos “le dieron un escarmiento al pueblo de Lucanamarca”. Ese día los terroristas mataron a hachazos a 69 personas, entre ellos, veinte niños. Y, finalmente, el 12 de septiembre, el día de la captura de Abimael. El día que la sociedad triunfó sobre la barbarie, el día que la inteligencia derrotó a las bestias.

En estos cuatro días hito, los profesores de los colegios deberán hablar sobre el tema. Claro, requerimos un documento preparado por el Ministerio de Educación, para que no se nos dispare algún profesor y hable de guerra, o de grupo insurgente, o que la pobreza y el abandono justifican el accionar de SL.

Pero lo más importante. Es qué le pediremos, en cada colegio, en cada grado, a los alumnos que entreguen ese día, como tarea, un trabajo, una monografía, de lo que pasó en cada una de las fechas. Pero, ¡ojo profesores! No puede ser un texto bajado de Internet. Lo que yo propongo, es que los chicos entrevisten a sus padres sobre estos hechos y esa época. Podrán presentar el trabajo, como entrevista o hacer una monografía a partir de lo que sus padres, o abuelos, les cuenten. Y así, cada uno de esos cuatro días estará dedicado, a construir memoria.

Esta es una propuesta, nada más. Pero, no podemos, no debemos seguir actuando con nuestros jóvenes como si aquí nunca hubiera pasado nada. Pasó, y mucho, y muy grave.
Ojalá empezara un debate sobre esto. Pero un debate corto. Debemos empezar ya. De lo contrario, no nos sorprendamos, los que lleguen, que justo para el bicentenario  de nuestra independencia, el 28 de julio de 2021, juramente como Presidente de la República alguien del nuevo brazo legal de Sendero.


Isaac Mekler

jueves, 26 de enero de 2012

Memoria ( I )


Hace 2.599, Nabucodonosor, en este entonces Rey del muy poderoso imperio babilónico, decidió conquistar Jerusalén. Aunque se trasladó hasta ella con un inmenso ejército, no pudo ingresar a la ciudad, que ya en ese entonces era sagrada para los judíos.

Pero, llegó un día en que pudieron abrir el primer boquete. Esa primera brecha permitió abrir más y mayores entradas a la ciudad, atravesando los muros que, durante 4 siglos, habían defendido la ciudad. La destrucción fue total. Mataron, violaron, destruyeron. Y entre lo más valioso de lo que derrumbaron, se encuentra el Templo del Rey Salomón. Centro de la vida judía, y una construcción ordenada por Dios.

Más de 2.200 años después, en la fecha exacta de la primera brecha abierta por los babilonios, millones de judíos alrededor del mundo guardamos luto y ayunamos.

Les cuento esto, que es apenas una de muchas fechas importantes, de alegría y de tristeza que tiene mi fe, porque me resulta muy difícil entender cómo los peruanos hemos olvidado lo que ocurrió aquí mismo, en nuestra tierra, en nuestra patria hace apenas 20 años. Me sorprende, inmensamente, como el brazo legal de un grupo de delincuentes asesinos, sedientos de sangre inocente haya logrado recolectar casi 400,000 firmas para inscribirse. No puedo aceptar, la facilidad con la que estos bárbaros responsables de tantas muertes de niños, unido a la cobardía y conducta pusilánime de los miembros del JNE, ha puesto en vilo a la patria entera ante la posibilidad de formar un partido político.

¿Por qué hay pueblos que, generación tras generación, recuerdan su historia aunque sea casi 4 veces milenaria, y en Perú, nuestros chicos y jóvenes no saben de la tragedia inmensa que sufrió nuestra patria?

Yo creo que llegó el momento de construir memoria. De saberla, de hablarla.

Principalmente con los jóvenes que no vivieron el horror despiadado de Sendero Luminoso. Un pueblo sin memoria, además de la conocida frase que está condenado a repetirla, es un pueblo que camina inexorablemente al despeñadero.

Un grupo de asesinos, cuyo actuar fue la aniquilación de colectividades, de campesinos. El arrasamiento de aldeas completas. El cautiverio de personas indefensas, el maltrato sistemático, el asesinato como forma de impartir o infundir terror. Esta fue la metodología de horror puesta en práctica al servicio de un objetivo – el poder – considerado superior al ser humano…/

Isaac Mekler